A veces, una forma sencilla puede convertirse en un objeto muy interesante y atractivo gracias a un uso diferente de los materiales.

Un ejemplo que encuentro muy interesante es Patchwork. La diseñadora noruega Amy Hunting, ha diseñado esta familia de mobiliario, donde las formas sencillas se ven enriquecidas por las texturas visuales que nos ofrecen los distintos fragmentos de madera.

Otro ejemplo que refleja el gran poder que tienen los materiales de convertir un objeto en una pieza única, son las sillas del estudio japonés Leif.designpark. Aplicando las técnicas japonesas tradicionales, diseñaron esta colección de sillas formalmente iguales, pero que gracias a la madera utilizada en cada una de ellas, hacen que tengan un carácter totalmente distinto.

KDira y Birch, diseñados en  SeriesD, también tienen este valor añadido que les da el material.  Al estar realizados en chapa fresada, en los laterales,  podemos ver la bonita textura que forma la madera, convirtiendo cada objeto en un diseño atractivo y elegante.