Normalmente los diseñadores entramos en el proyecto de señalización cuando todo el pescado ya está vendido. A continuación os muestro un caso inusual donde la señalización del edificio se ha proyectado y gestado, en paralelo con la arquitectura. La singularidad de este proyecto reside en la construcción de los muros de hormigón con la tipografía incrustada.
El resultado es una señalización sorprendente y integrada a la vez. Para mi gusto un buen ejercicio de trabajo multidisciplinar en equipo por parte del arquitecto Rem Koolhaas.