Hay veces que agradeces una imagen amable, sobre todo tu vida diaria se encuentra inmersa en objetos, formas y conceptos «diseñados» o, lo que suele ser peor «extremadamente diseñados». Muchas veces ni nos damos cuenta del artificio que supone la creación constante de novedades virtuales y el uso/abuso de materiales sintéticos. No podemos negar que muchas veces nos sentimos privilegiados por hacer de «Dios Creador» a pequeña escala.

El descubrimiento del «Stuhlhockerbank» (bancotaburetesilla) de Yvonne Fehling and Jennie Peiz ha sido uno de esos momentos «melancólicos» en los que piensas que cualquier novedad no tiene que pasar necesariamente por ser artificial. Y, en este caso, cualquier asiento para colectividades no tiene por qué ser frío, estático, extraño, incómodo e incomunicante. Hay veces que te gustaría que todos los diseños que te rodean tuviesen esta amabilidad confortable (affordable design).

En SeriesD creemos en esa dimensión cercana, emocional, sensual y hasta poética de los objetos…